En una declaración que marca un hito en el panorama social argentino, UNICEF destacó que «casi 1,7 millones de chicos han salido de la pobreza» en el último año, un logro que el representante del organismo de la ONU calificó como «algo digno de destacar» y «muy llamativo, en un momento de ajuste» impulsado por el gobierno nacional.
Un reconocimiento inesperado en tiempos de austeridad
Rafael Ramírez Mesec, representante de UNICEF Argentina, no ocultó su sorpresa ante los datos. «Claramente, es algo digno de destacar. No se puede negar que es un ajuste fuerte, con 5 puntos del PBI de reducción de gasto, y haber logrado bajar la pobreza», expresó durante una entrevista con Infobae en Vivo.
La declaración cobra especial relevancia considerando el contexto histórico: Argentina había registrado niveles alarmantes de pobreza infantil en años anteriores, con cifras que llegaron al 70% según proyecciones del propio UNICEF en 2024.
Las medidas que marcaron la diferencia
El representante de UNICEF destacó específicamente el rol de políticas sociales focalizadas que contribuyeron a este resultado:
- Incremento de la Asignación Universal por Hijo (AUH)
- Extensión de la Tarjeta Alimentar, ampliando el requisito de edad de 14 a 17 años
- Políticas de priorización de la primera infancia
«Para nosotros, una contraparte es el Ministerio de Capital Humano. Con las diferentes secretarías tenemos un diálogo muy fluido», explicó Ramírez Mesec sobre la colaboración institucional.
Un panorama complejo que persiste
A pesar de estos avances, UNICEF mantiene su mirada crítica sobre los desafíos pendientes. El organismo internacional reconoce que aún persisten problemas estructurales en áreas clave:
Brecha digital y tecnológica
Aunque «el 90% de los chicos tienen la posibilidad de conectarse a internet», el funcionario advirtió que «la mayoría no cuenta con las herramientas necesarias para adquirir computadoras».
Crisis educativa en matemáticas
Los datos son preocupantes: «el 85% de los chicos, con el tema de matemáticas, todavía estamos arrastrando el pie un poco», según revelan los últimos estudios de evaluación.
Una colaboración sin colores políticos
Ramírez Mesec subrayó la importancia del trabajo institucional por encima de las diferencias políticas: «Conocemos todos los colores, no tenemos un color», y destacó que han logrado «encontrar interlocutores para hablar con franqueza, y transmitir nuestras preocupaciones y sugerencias».
Un logro en perspectiva histórica
La declaración de UNICEF cobra mayor peso al considerar los antecedentes: hace apenas unos años, el organismo alertaba sobre cifras dramáticas de pobreza infantil que superaban el 60% y proyectaban un empeoramiento hacia el 70%.
Este reconocimiento oficial de UNICEF representa un punto de inflexión en la narrativa sobre las políticas sociales del gobierno de Milei, especialmente en un contexto donde el ajuste fiscal ha sido objeto de intenso debate.
¿Un cambio estructural o coyuntural?
La pregunta que queda planteada es si estos avances representan una mejora estructural o son resultado de medidas coyunturales. El propio Ramírez Mesec admitió la incertidumbre: «aunque se diga si es algo coyuntural o estructural».
Lo cierto es que 1,7 millones de niños argentinos tienen hoy una realidad diferente, un dato que, independientemente de las interpretaciones políticas, marca un hito en la lucha contra la pobreza infantil en el país.
El desafío de la sostenibilidad
El reto ahora será mantener y profundizar estos logros. UNICEF ha expresado su compromiso de continuar trabajando «hasta que los niños en cada país del mundo, puedan llegar a su desarrollo sin necesidad de que los estemos apoyando».
En un contexto económico complejo y con múltiples desafíos por delante, el reconocimiento de UNICEF a los avances en la reducción de la pobreza infantil representa una luz de esperanza y, al mismo tiempo, un recordatorio de que las políticas públicas bien focalizadas pueden generar impactos reales en las vidas de los más vulnerables.
