Hoy toca hablar de un tema que se está poniendo calentito: las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. En este sentido, lo cierto es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha salido bastante contento de su última charla con su homólogo chino, Xi Jinping. Según fuentes cercanas, el resultado de la conversación ha sido «muy positivo» para ambos países y parece que pronto volverán a reunirse para seguir negociando.
Los detalles de la llamada
Trump, que no es nada tímido a la hora de compartir sus pensamientos en las redes sociales, ha explicado en su cuenta de Truth que la llamada duró aproximadamente una hora y media. Y parece que las cosas fueron viento en popa. Para los que nos gusta meternos en los detalles: se anticipa que los equipos negociadores de ambas superpotencias se reunirán «en breve en un lugar por determinar» para seguir discutiendo su futura relación comercial. Ahí es nada.
Los representantes de Estados Unidos serán el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante comercial de Estados Unidos, el embajador Jamieson Greer. ¿Serán capaces de hacer avanzar las negociaciones? Eso está por ver.
Invitación a China
Aquí viene una pildorita interesante: Xi Jinping tuvo el detalle de invitar a Trump y a su esposa a visitar China. Y parece que Trump ha aceptado la invitación con los brazos abiertos. Como presidentes de dos grandes naciones, esto es algo que ambos esperan con entusiasmo», ha afirmado.
Aunque, en realidad, desde que es presidente, Trump ha visitado China solo una vez, en noviembre de 2017. Antes de que la rivalidad entre las dos mayores potencias mundiales se agudizara hasta las cotas actuales. ¿Recordáis cuando Xi visitó a Trump en Mar-a-lago en abril de aquel mismo año? Pues, sí, parece que la cosa no ha avanzado mucho desde entonces.
Ausencia de ciertos temas clave
En cualquier caso, lo que también ha causado cierta sorpresa es que durante la charla no se habló de Rusia, Ucrania ni Irán. Y tras ella, Trump ha comentado que «ya no debería haber dudas sobre la complejidad de los productos de tierras raras».
Una nota para el final. En la misma línea de las relaciones internacionales, hay noticias recientes que ponen en evidencia los desafíos a los que se enfrentan los negocios hoy en día. Como ejemplo, tenemos a Correos, que ve como su plantilla se reduce por las prejubilaciones. Y también, nos llega una advertencia de la OCDE sobre cómo la desglobalización de la producción podría afectar al PIB mundial.
El panorama no parece fácil, pero estamos aquí para seguirlo de cerca y entenderlo mejor. Hasta la próxima.