Un optimismo cauteloso en las negociaciones comerciales UE-EEUU
Las negociaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos avanzan, pero con cautela. Al menos eso parece tras las últimas palabras de Maros Sefcovic, comisario europeo de Comercio. Tras dos días de negociaciones en París con su homólogo estadounidense, Jamieson Greer, en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Sefcovic se mostró optimista pero prudente. «Soy optimista sobre los progresos, estamos avanzando en la dirección correcta y a buen ritmo», afirmó.
Sin embargo, no dejó de lado el hecho de que las cosas podrían no salir tan bien como se espera. «Evidentemente, si todo falla, Europa está preparada para defender sus intereses», advirtió.
¿Un paso adelante, dos pasos atrás?
Lo cierto es que las palabras de Sefcovic contrastan con algunas de las últimas decisiones del presidente estadounidense, Donald Trump. El mismo día que Sefcovic hablaba de progresos y entendimiento, Trump aprobaba la entrada en vigor de nuevos aranceles a la industria del acero y aluminio, que han pasado de un tipo del 25% al 50%. Y esto, desde luego, no ayuda a generar un clima de confianza.
Esta medida fue una sorpresa para Bruselas. «No somos el problema», insistió Sefcovic, dejando claro que Europa exporta poco acero a EEUU y, cuando lo hace, se trata de productos muy especializados. Según fuentes cercanas a las negociaciones, esta decisión puede interpretarse como un movimiento estratégico de Trump para presionar en las negociaciones.
Contramedidas y amenazas arancelarias
Pero Bruselas ya tiene preparadas «contramedidas» en respuesta a los aranceles que ya está aplicando Estados Unidos a sus productos, así como a los que Trump ha amenazado con añadir si no hay acuerdo de aquí al 9 de julio. La situación es delicada y recuerda peligrosamente al caos arancelario que está frenando el avance económico a nivel global.
Dicho esto, Sefcovic también reconoció que Bruselas entiende «la ambición» que hay detrás de la escalada comercial lanzada por Donald Trump para reindustrializar su país. Según él, «también queremos hacer eso mismo en Europa, pero no con sus métodos».
Un final incierto
En cualquier caso, el final de estas negociaciones todavía está en el aire. Puedes echar un vistazo a cómo está afectando todo esto a la economía global en nuestros análisis sobre las opciones de inversión en renta fija tras la reducción de tasas del BCE y sobre cómo el caos arancelario está frenando el avance económico.
Lo que sí es seguro es que esta historia todavía tiene mucho que contar. Y, como siempre, estaremos aquí para contártelo.
El panorama de las relaciones comerciales mundiales está en pleno agite. El comisario europeo se valió de su cita en la OCDE para intercambiar impresiones con varios países, la intención no es otra que tejer alianzas en este nuevo escenario global. Entre los países con los que ha mantenido encuentros bilaterales se encuentran China, Canadá, Sudáfrica, Australia, Turquía o India.
Washington y China: una relación que se tambalea
Con Europa, Washington parece dar pasos firmes hacia adelante. Sin embargo, con China es otra cantar. Las relaciones comerciales están de nuevo en vilo. Después de varios rifirrafes entre las dos mayores economías del mundo, acusándose mutuamente de no respetar los acuerdos base que dieron inicio a las negociaciones para una tregua, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha afirmado en redes sociales que su homólogo chino, Xi Jinping, es «muy duro» y que «es extremadamente difícil llegar a un trato con él».
¿Posible tregua a la vista? La Casa Blanca ha indicado que ambos presidentes podrían mantener una conversación telefónica esta misma semana para volver a encauzar el diálogo. Eso sí, después de que Washington haya decretado en estos últimos días nuevas restricciones a las exportaciones de chips y tecnología de inteligencia artificial, y amenazado con retirar las visas a estudiantes chinos en EEUU.
China: escepticismo y temor
Lo cierto es que estas medidas han hecho que Pekín se muestre escéptico ante la posibilidad de llegar a avances significativos, aunque se produzca esa conversación entre los dos mandatarios. Las últimas acciones de Trump no ayudan a relajar las tensiones. Además, es comprensible que China teme que se trate de una encerrona del presidente norteamericano, como las que ya han sufrido en el Despacho Oval el presidente de Ucrania, Volodmir Zelenski, o el sudafricano, Cyril Ramaphosa. Ni siquiera el presidente ruso, Vladmir Putin, con el que Trump destaca por tener una especial sintonía, se ha librado de sus improperios.
Trump sigue lanzando mensajes de advertencia para demostrar que el revés judicial no ha minado su poder a la hora de imponer aranceles a discreción. Mientras, Washington ha exigido al medio centenar de países con los que mantiene líneas de negociación que planteen propuestas concretas en sectores estratégicos como agricultura, industria y comercio digital.
La carrera contra el tiempo
El objetivo no es otro que intentar llegar a acuerdos antes del 14 de julio, fecha en la que expira la prórroga aprobada por Trump a mediados de abril para los conocidos como aranceles recíprocos. En el caso de la UE, la fecha se adelantó al 9 de julio, tras una amenaza del presidente de elevar todas las tarifas al 50% desde el 1 de junio, fecha que después modificó.
Aunque inicialmente nadie descartaba que se pudieran aprobar nuevas prórrogas en el futuro, el revés judicial ha complicado la hoja de ruta de la Casa Blanca, que es la primera interesada en cerrar acuerdos cuanto antes por si la batalla judicial no termina inclinando la balanza a su favor.
En definitiva, todo parece indicar que el caos arancelario sigue frenando el avance económico. En cualquier caso, resulta interesante seguir explorando opciones de inversión en renta fija a la luz de estos sucesos. Porque, al final del día, en el ajedrez global de la economía, todas las piezas cuentan.
