Vaya, los tiempos están cambiando y la política de Reino Unido parece estarlo demostrando. A medida que las relaciones comerciales entre el continente europeo y Estados Unidos se vuelven cada vez más tensas debido a la hostilidad de la administración republicana, Reino Unido está dando pasos para reajustarse con sus antiguos socios comunitarios. Y esto ocurre justamente cuando estamos a punto de celebrar el noveno aniversario del Brexit.
Un gesto de buena voluntad
El gobierno de Londres, en un gesto que algunos podrían ver como de buena voluntad, ha decidido renunciar a la implantación de controles adicionales a los alimentos frescos procedentes de la Unión Europea. Estos controles, en teoría, deberían entrar en vigor a partir del 1 de julio, de acuerdo con los planes aprobados en el marco de la salida del club comunitario. Y, lo cierto es que, esta decisión llega en pleno proceso de negociación con Bruselas para acordar los controles fitosanitarios que se aplicarán a ambos lados del Canal de la Mancha. Animales, vegetales y derivados están en el foco de estas medidas, con el objetivo de agilizar tanto la entrada como la salida de productos en las islas británicas.
Desatascar el embrollo arancelario en Irlanda del Norte
Y no solo eso, esta medida también podría ayudar a desatascar el embrollo arancelario existente en Irlanda del Norte. ¿El resultado? Un ahorro de 200 millones de libras en burocracia y una reducción de las tensiones inflacionarias derivadas del Brexit. Pero no nos engañemos, este movimiento también tiene una importante carga simbólica.
Reino Unido parece estar reconociendo que el Brexit no ha sido el camino más rentable. Desabastecimiento, mayores precios para los consumidores y una disminución de las ventas para los productores son solo algunas de las consecuencias palpables. Además, los acuerdos de libre comercio con otras áreas del mundo, que se prometieron en su momento, no han terminado por llegar. Esto se refleja en la decisión de Keir Starmer de aceptar un arancel general del 10% sobre las exportaciones británicas a Estados Unidos.
Comparación con otros eventos económicos
En cualquier caso, si comparamos esta situación con la de otras potencias como Logista, Indra, Solaria y Mapfre, que están experimentando un ascenso estelar en la Bolsa de Valores, o con la decisión del BCE de modificar las tasas, nos damos cuenta de que cada país y cada sector está en una situación única.
Y, a nivel personal, no puedo evitar preguntarme: ¿no sería más sencillo si todos jugáramos con las mismas reglas de juego? Pero, claro, el mundo de la economía y la política rara vez es tan sencillo. Y mientras tanto, seguimos observando las idas y venidas de las decisiones políticas y sus efectos en la economía. A fin de cuentas, solo el tiempo dirá si estos movimientos son acertados o no.
