La incierta aprobación de los Presupuestos Generales de 2026
Lo cierto es que el Gobierno, por mucho que insista en su buena voluntad, tiene un camino empinado para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2026. Sería el tercer intento fallido en esta legislatura que gobierna con los presupuestos de 2023, es decir, los de la anterior legislatura.
Nada nuevo bajo el sol, ya sabemos cómo baila esto con Pedro Sánchez al volante. El poder es lo que cuenta, aunque sus principios queden algo desdibujados en el camino.
Los frutos amargos de una debilidad parlamentaria
Con esa debilidad parlamentaria, el gobierno de coalición progresista parece un boxeador con las piernas temblorosas en el ring de la política española. Cada día le llegan nuevos chantajes de sus socios, cada uno más grande que el anterior. Y aún así, ni el alto precio pagado ha permitido aprobar las cuentas públicas de 2024 y 2025.
Para 2026, el propio presidente ha anunciado que presentarán los presupuestos a tiempo y que cuentan con suficientes apoyos para su aprobación. Bonitas palabras, pero, ¿realidad o utopía? Eso lo veremos, claro, si es que logran cumplir con el mandato constitucional y presentar el proyecto, cosa que no sucedió en los dos intentos anteriores.
Un laberinto de cifras y compromisos
Esta semana, desde Andalucía, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido en que cumplirán con sus obligaciones. Según fuentes cercanas, las negociaciones comenzarán en breve. Pero, oye, es complicado de creer, teniendo en cuenta que ni siquiera cuentan con el apoyo total de sus socios de gobierno.
La oposición de Podemos a cualquier aumento del gasto en Defensa, hasta llegar al 2,1% del PIB comprometido por Sánchez en la OTAN, ha puesto a Sumar en una posición delicada. Y seguro que Yolanda Díaz planteará otras exigencias de carácter social a cambio de su apoyo.
El difícil arte de equilibrar las cuentas
Lo que sí está claro es que cuadrar las cuentas no es moco de pavo. Aumentar el gasto en Defensa al 2,1% tiene un coste y, quien entienda de números, sabe que para subir por un lado, hay que recortar por otro. Más aún si se considera que el gasto en pensiones superará los 200.000 millones de euros en 2026, a lo que hay que añadir otros 40.000 millones en intereses de la deuda pública y unos 25.000 por los pagos a los desempleados.
No es de extrañar que países como Reino Unido y Francia ya hayan anunciado recortes sociales. Tal vez deberíamos aprender del ejemplo de la Reserva Federal y prepararnos para lo que pueda venir. Porque, en cualquier caso, el panorama está más movido que el mar en plena tormenta.
Un rumbo incierto
Así las cosas, los próximos meses serán decisivos para el futuro de los presupuestos y, en consecuencia, para el panorama político español. ¿Podrán Sánchez y su equipo sortear los obstáculos y conseguir la aprobación que se les ha resistido en el pasado? ¿O veremos un nuevo desplome, similar al sufrido por las acciones de Orsted?
De momento, nos queda seguir atentos y esperar. Y, si de algo podemos estar seguros, es de que no faltarán sorpresas en este viaje.
¿Te suena familiar la actual situación económica? Pues sí, es un recuerdo vivo del año 2010. Aquel año, José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno, tuvo que dar un tijeretazo a las cuentas públicas tras negar durante meses la posibilidad de recortar el gasto social. Los recortes llegaron a los salarios de los funcionarios, a las pensiones y a otros apoyos sociales.
Un golpe duro a la economía
Lo cierto es que tras seis años en La Moncloa y una negativa continua de que la crisis financiera mundial de 2008 fuera a afectar a España, el líder socialista tuvo que reconocer la gravedad del asunto. Asumió esa responsabilidad en el Parlamento, admitiendo que la situación era difícil y que sería insensato ocultarlo.
Con recortes o sin ellos, la tarea de conseguir que se aprueben los presupuestos para 2026 es realmente complicada para Sánchez. Yo diría que incluso imposible. En cualquier caso, los independentistas catalanes, con sus 14 diputados (7 ERC y 7 Junts), ya han dejado claro que no se plantearán leer el proyecto si el Gobierno no cumple antes sus promesas y compromisos.
Promesas difíciles de cumplir
Hacienda planea ahora acelerar en septiembre la eliminación de la deuda autonómica, así como el nuevo modelo de «financiación singular» para Cataluña. O sea, el cupo catalán. Estos proyectos se enfrentarán a la oposición frontal de los gobiernos autonómicos de toda España, incluidos los gobernados por el PSOE. De ser aprobados, sería la mayor muestra de desigualdad y falta de solidaridad regional. Y, sin duda, supondría un duro golpe para los candidatos socialistas en las elecciones autonómicas de 2026 y 2027.
Ahora bien, el panorama que se le presenta al Gobierno para el tercer cuatrimestre se antoja especialmente complicado. La falta de presupuestos para 2025 le ha impedido llevar a cabo buena parte de sus promesas electorales y, sobre todo, cumplir con las obligaciones asumidas con la Unión Europea. No se puede sobrevivir tanto tiempo a base de ingeniería financiera, trasladando gastos de un ministerio a otro, o intentando aprobar leyes tramposas que acaban en la papelera.
La caída del líder
Y es que la imagen que ha transmitido Pedro Sánchez en sus últimas apariciones públicas es la de un líder acabado. Ya no le sirven ni los conejos que suele sacar de la chistera para recuperar el relato. Ha perdido su credibilidad, tanto dentro como fuera de España. Dicen que el prestigio se va ganando mes a mes, pero se puede perder en cuestión de días. Y parece que Sánchez es un claro ejemplo de ello.
Quizás la próxima semana, cuando presida el Consejo de Ministros, busque nuevos anuncios que le ayuden a sobrevivir en su agonía política. Pero lo cierto es que lo tiene bastante difícil. Seguro que ayer, mientras leía la portada de Financial Times en la que le daban por finiquitado por los casos de corrupción que le rodean, volvió a pensar en convocar elecciones anticipadas, como en julio de 2023.
Un desafío legal
El desafío legal que Sánchez e Illa tienen con la Hacienda propia Catalana es otro frente abierto. Este frente acelera y se suma a una situación que, en cierto modo, recuerda a la desestabilización que provocó el desplome del 16% en acciones de Orsted tras la interrupción de un proyecto eólico estadounidense.
En conclusión, la situación económica en España parece seguir un rumbo ya conocido, y no precisamente positivo. ¿Será posible cambiar de rumbo o estamos condenados a repetir los errores del pasado? Solo el tiempo lo dirá.
El sector público supera al privado en inversión inmobiliaria catalana
Lo cierto es que en Catalunya, la inversión en vivienda por parte del sector público ha adelantado a la iniciativa privada. Ha sido una carrera de fondo, pero finalmente parece haberse decantado en favor del estado. No todos los días vemos algo así, ¿verdad?
¿Una filial de Aena en Cataluña? Illa dice que no
Por otro lado, Salvador Illa, el exministro de Sanidad, ha descartado la creación de una filial de Aena en Cataluña. Según fuentes cercanas al gobierno, la idea no está en la mesa. En cualquier caso, no deja de ser interesante imaginar cómo hubiera cambiado el panorama de la aviación catalana si la decisión hubiera sido la contraria.
Apple, a por todas el 9 de septiembre
No todo son noticias económicas y políticas. En el mundo de la tecnología, Apple ha anunciado que presentará sus nuevos dispositivos el próximo 9 de septiembre. ¡Están todos expectantes! Y me pregunto, ¿seguirá Apple manteniendo su hegemonía en el mercado con estos nuevos juguetes?
El mercado de predicciones estadounidense: ¿quién da más?
¿Y qué me decís del mercado de predicciones estadounidense? Me parece que deberíamos echar un vistazo, porque las apuestas están al rojo vivo. Quién sabe, quizás encuentres una oportunidad de oro en un sitio que ni te esperabas.
En resumen, la Reserva Federal se debate ante el impacto de las políticas arancelarias de Trump, y el desplome del 16% en acciones de Orsted tras la interrupción de un proyecto eólico estadounidense han sacudido los mercados internacionales.
Por último, no podemos olvidar la importante inyección de fondos que ha recibido Ucrania de parte de la Unión Europea. Con 4.050 millones de euros adicionales en sus arcas, el futuro del país parece un poco más seguro. Como siempre, seguiré de cerca estos y otros temas de interés para manteneros informados.