Si alguien te dice que vivir en España se ha vuelto un hueso duro de roer, créelo. La escasez de propiedades para comprar o alquilar está alcanzando niveles que podrían afectar al PIB. Y ahora la Comisión Europea se ha sumado al coro, sugiriendo que es hora de aumentar la oferta y, de paso, darle un empujón a la vivienda social.
La crisis inmobiliaria: un problema que traspasa fronteras
Lo cierto es que el problema de la vivienda en España se ha convertido en un asunto que traspasa fronteras. La Comisión Europea ha estado analizando nuestra situación. Los que tienen problemas para acceder a una vivienda, sumado a la escasez de propiedades para comprar o alquilar en nuestro país, son dos factores que, si se mantienen, podrían afectar a nuestro crecimiento económico.
La Comisión sostiene que las dificultades para encontrar viviendas a precios razonables discourages citizens with lower incomes de permanecer o incluso llegar a las áreas más estresadas. Y ¿cuáles son estas áreas? Principalmente ciudades como Madrid o Barcelona y zonas turísticas. Estas regiones, que lideran la oferta de trabajo, podrían acabar con una brecha que impactaría en la actividad económica.
Quiénes son los más afectados
Según la Comisión, esto afecta especialmente a los jóvenes y a los inmigrantes. Esta última población ha sido particularmente relevante en los últimos años. El aumento de la base de trabajadores ha estado detrás del robusto consumo privado que tiró el pasado año del crecimiento del país, según las últimas proyecciones macroeconómicas de Bruselas. Sin embargo, ya se nos avisó de que la tendencia estaba moderándose y en el futuro podría incluso revertirse si las dificultades para encontrar casa persisten.
Hay que tener en cuenta que incrementos selectivos en el desarrollo de viviendas pueden tener beneficios fundamentales en España. Se mejoraría la capacidad de absorber la oferta laboral en áreas metropolitanas superpobladas y se promovería la movilidad laboral interna.
El dato alarmante
Pero la situación se pone más sombría cuando la Comisión cita estudios como el del Banco de España. Resulta que el 40% de los inquilinos españoles gasta el 40% de sus ingresos en alquiler y suministros. ¡Por Dios! Eso es mucho más que la media de la UE del 27%. Y por si eso no fuese suficientemente preocupante, la economía española tiene un déficit de vivienda de aproximadamente 600.000 unidades.
Según fuentes comunitarias, «España tiene un problema económico de vivienda. No es un tema financiero como en el pasado, sino una cuestión de oferta de inmuebles de alquiler y compra». En cualquier caso, reconocen que «las presiones sobre el coste de la vida, en particular en el sector de la vivienda, siguen siendo motivo de preocupación.»
La solución no es fácil
De acuerdo con el análisis de Bruselas, «apoyar la oferta de vivienda es clave para el crecimiento sostenible y la justicia social». Por ello, insta a España a tomar medidas sobre el asunto. Eso sí, reconocen que es un problema que «tiene poca solución a corto plazo, pues requiere reservar suelo, movilizarlo y elevar las capacidades para construir, algo que lleva su tiempo.»
Como hemos visto en el pasado con la exención de Trump al Reino Unido del aumento del 50% en los aranceles del acero y aluminio, las decisiones políticas tienen un impacto fuerte y directo en los mercados y el bienestar de los ciudadanos. También sabemos que puede haber obstáculos, como hemos visto con la confrontación política en la Conferencia de Presidentes que ha obstaculizado pactos esenciales en materia de vivienda y financiación.
El problema de la vivienda en España es real y urgente. Y como suele pasar con los problemas grandes y complejos, las soluciones no son fáciles ni rápidas. Pero hay que empezar por algún lado. Y lo antes posible. Porque, como dicen por ahí, «no hay mal que cien años dure… pero tampoco cuerpo que lo resista.»
La lucha contra la escasez de trabajadores en la construcción
Lo cierto es que las cosas no están fáciles para el sector de la construcción y eso, según la Comisión Europea, es «fundamental» para entender la situación actual. Y es que, según datos del organismo presidido por Ursula von der Leyen, más de la mitad de los jefes en el sector tienen problemas para encontrar trabajadores. No será por falta de paro, ¿verdad?
El parque de viviendas, una solución a corto plazo
Para Bruselas, la única solución a corto plazo es poner en marcha parte del parque de viviendas para alquiler y venta social. En cualquier caso, me parece importante recordar que esta medida también puede tener sus efectos secundarios. Ya sabemos cómo va esto: a veces, queriendo solucionar un problema, te encuentras con otro.
Los límites al alquiler y sus consecuencias
Pero es que además, la Comisión Europea ha echado un ojo a las últimas reformas de nuestro país. Tal vez recuerden esa polémica medida de limitar las subidas de los precios del alquiler y proteger más a los inquilinos. Bueno, pues resulta que ha habido efectos colaterales: según el portal inmobiliario Idealista, desde diciembre de 2020 la oferta de alquileres permanentes en España se ha reducido en un 56%. ¿No es para ponerse las manos en la cabeza?
Apoyar la oferta de viviendas y simplificar la burocracia
Así las cosas, Bruselas considera necesario apoyar la oferta de viviendas, sobre todo en zonas en crisis y para personas vulnerables. Y eso implica simplificar la maraña de regulaciones, promover la estabilidad y, cómo no, eliminar las trabas administrativas que no hagan falta. ¿Será este el camino?
Seis recomendaciones esenciales para España
La Comisión Europea no se ha quedado ahí y ha hecho una lista con seis recomendaciones para España. Y, la verdad, no se andan con chiquitas: piden al Gobierno que aumente la oferta de vivienda completando la reforma de la ley de suelo, que acorten los plazos de tramitación de permisos, que eliminen los cuellos de botella en la administración y, por supuesto, que hagan frente a la escasez de mano de obra en la construcción. Además, insisten en la necesidad de fortalecer la oferta de vivienda social y asequible.
Recordemos que estos llamados a la mejora llegan en medio de tensiones políticas, como la [confrontación reciente en la Conferencia de Presidentes](https://inversorhoy.com/confrontacion-politica-en-la-conferencia-de-presidentes-obstaculiza-pactos-esenciales-en-materia-de-vivienda-y-financiacion/), que ha complicado los pactos en materia de vivienda y financiación. Y mientras tanto, el presidente Sánchez [propone un aumento en el presupuesto de vivienda de las CCAA](https://inversorhoy.com/sanchez-aboga-por-un-aumento-trilateral-en-el-presupuesto-de-vivienda-de-las-ccaa-y-la-implementacion-de-un-portal-publico/).
Pero, ¿qué significa todo esto realmente? ¿Hemos avanzado o retrocedido? A veces, es difícil decirlo. Lo que sí es seguro es que la vivienda seguirá siendo un tema candente en los próximos meses. Y ya veremos cómo evoluciona todo esto. Al fin y al cabo, la política y la economía son como un partido de fútbol: hasta que no pita el árbitro, cualquier cosa puede pasar.
