La banca se cuela en las inversiones favoritas de los grandes
No es ninguna novedad que la banca está pasando por un buen momento. Si te paras a mirar, hace ya un par de años que los inversores no le quitan ojo y, lo cierto es que, no es para menos. ¿Sabes de qué hablo, no? Pues sí, del sector bancario. Este sector es el que más está creciendo en toda la Bolsa europea, con un incremento que supera el 46% en lo que llevamos de año. Y eso que sólo hemos subido sobre el 10% en la Bolsa europea en el mismo periodo. Aquí en España, el Ibex 35 Bancos, que engloba a los bancos más grandes que cotizan, ha aumentado su valor en un 78% este año.
La deuda bancaria como opción de inversión
Claro, con este panorama, algunos inversores profesionales se están pensando dos veces si seguir subidos a este carro. Sin embargo, ven buenas oportunidades de invertir en la banca a través de bonos. Este es el caso de Alicia Koplowitz, que a través de su Sicav, ha encontrado en la banca una de sus inversiones favoritas del año en su cartera de renta fija.
La empresaria ha ido adquiriendo títulos de deuda bancaria en los últimos meses, con diferentes plazos y niveles de riesgo, mientras que el sector continúa su auge en Bolsa. En los últimos meses, los gestores de la Sicav han comprado deuda de entidades como Bankinter, Ibercaja, Abanca, Unicaja y BBVA, para su cartera de renta fija nacional, según fuentes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los bancos en el punto de mira de los inversores
En el plano internacional, la sociedad de Koplowitz ha estado invirtiendo en bancos españoles, como CaixaBank, Banco Santander, Sabadell, BBVA; entidades europeas, como UBS, Commerzbank, UniCredit, Crédit Agricole, BNP Paribas, Intesa Sanpaolo, ING y ABN Amro; y bancos británicos, como Lloyds, Natwest, Barclays y HSBC; y estadounidenses como Goldman Sachs y Citi.
Los grandes inversores que invierten en deuda financiera valoran, igual que los inversores de renta variable, los fundamentos del sector, que se mantienen sólidos, pese a que reconocen algo de presión en márgenes en un entorno de tipos a la baja, como el actual.
Un mercado en bonanza
Durante el primer semestre del año, este mercado ha vivido un periodo de bonanza, en el que los bancos han emitido todo tipo de deuda con una demanda muy elevada. Desde la deuda más segura hasta la más arriesgada, como los bonos contingentes convertibles (AT1 o CoCos).
A la vista de la segunda mitad del año, los expertos ven vientos a favor de la inversión a través de renta fija. Por una parte, la resistencia del mercado de bonos en general, donde hay una liquidez enorme que permite al sector afrontar mejor el impacto puntual de los vaivenes que llevan produciéndose en el mercado todo el año derivados de la inestabilidad geopolítica.
La solidez del sector bancario
Por otro lado, los grandes inversores valoran los diferenciales estrechos del sector, con perspectivas de continuar a la baja, además de los niveles de solvencia bancarios y la buena calidad de los activos.
Y si hablamos de solvencia, Unicaja se lleva la palma, superando a Indra en la carrera de rentabilidad del Ibex a través de dividendos. Pero, ¿qué pasa con la deuda? Bueno, según los últimos datos, la Deuda Nacional Alcanzó 1,691 Billones en Junio, Representando el 103.4% del PIB.
En cualquier caso, lo cierto es que el sector bancario sigue siendo una opción atractiva para los inversores. Ahora, como dicen, cada maestrillo tiene su librillo. Así que, como siempre, deberás valorar si este tipo de inversión encaja con tu perfil y tus expectativas.
Hola a todos, aquí estamos de nuevo. Hoy toca hablar de **Morinvest**, el vehículo de inversión de Alicia Koplowitz, que anda un poco desinflado. Durante el primer semestre de este año, sólo ha logrado una rentabilidad del 1,56%; bastante flojo si lo comparamos con lo que solía lograr en años pasados, y muy por debajo del rendimiento logrado por las grandes bolsas en el mismo periodo. Así están las cosas.
Los encargados de gestionar el capital
Lo cierto es que Morinvest tiene repartido el mandato de inversión entre varios delegados. Entre ellos, Omega Capital y BBVA Asset Management, que hacen de gestores, y JPMorgan, que le asesora en parte de sus inversiones en renta variable. Por otro lado, Pictet (de Suiza) y Mutuactivos se ocupan de algunas de las inversiones en renta fija. Un buen equipo, pero los resultados no acompañan.
¿Dónde se invierte el dinero?
En cuanto a la distribución de los 679 millones de activos de la Sicav, a cierre del primer semestre del año, aproximadamente un 35% va a Bolsa, y cerca de un 27% a renta fija. El resto se reparte entre fondos de inversión diversificados, capital riesgo, derivados, monetarios y liquidez.
Escasa rentabilidad
Durante el primer semestre del 2025, gran parte de la rentabilidad obtenida viene del bloque de renta fija. De cara a la segunda mitad del año, los gestores han reducido la inversión en Bolsa, que había sido la principal aportación, especialmente de acciones de Bolsa europea. Por cierto, las inversiones en renta variable americana han sido penalizadas por el desplome del dólar.
¿Y qué empresas son las joyas de la corona? Amazon, Microsoft y Nvidia son las mayores posiciones de la Sicav en su cartera de renta variable internacional. En la Bolsa española, la principal apuesta de Morinvest es Proeduca Altus, la compañía dueña de Unir, Cellnex y Amadeus. Aunque, claro está, la inversión por este mercado está cada vez más mermada.
Interpretaciones y cierre
En cualquier caso, comparando con otros actores del mercado, parece que Morinvest está quedando un poco atrás. Un ejemplo es Unicaja que supera a Indra en la carrera de rentabilidad del Ibex a través de dividendos. Tal vez sea el momento de reevaluar las estrategias y buscar nuevas oportunidades.
Podría ser una buena idea echar un vistazo al mercado asiático, donde España ha experimentado un auge en las exportaciones a China, mientras que las exportaciones a EE.UU. han disminuido. Quizás allí esté la clave para darle un empujoncito a la rentabilidad.
Como siempre, el futuro es una incógnita, pero no podemos dejar de intentar descifrarlo. Nos vemos en la próxima.