Una gran noticia: Iberdrola va a por todas
La noticia cayó como un bombazo: Iberdrola, una de las empresas más destacadas del panorama nacional, ha decidido solicitar capital al mercado a través de una ampliación en pocas horas tras el anuncio. No es cosa de todos los días, y menos aún si consideramos que, mientras tanto, la mayoría de los bancos cotizados españoles y algunas empresas de otros sectores se dedican a recomprar acciones para amortizarlas, limitando de esta manera su capacidad de crecimiento.
Iberdrola vs. bancos cotizados: dos estrategias diferentes
Son dos formas radicalmente distintas de ver las cosas. Iberdrola justificó su ampliación de capital – que ronda los 5.000 millones de euros – por sus planes de crecimiento, especialmente en Reino Unido, aunque también en muchos de los mercados en los que opera. La empresa lleva años invirtiendo y al mismo tiempo mantiene una política de alta remuneración para los accionistas a través de dividendos crecientes.
El mundo de la energía es un mercado maduro, pero con obvias oportunidades en todo lo que tiene que ver con la transición energética y el uso de energías renovables. Y lo cierto es que Iberdrola no se las quiere perder. De hecho, lleva décadas aprovechándolas para posicionarse como una de las principales a nivel internacional.
¿Y qué pasa con los bancos?
Los bancos cotizados españoles, por su parte, llevan años apostando por un uso eficiente del capital que les confían sus accionistas. Cuando superan ciertos niveles de solvencia (muy por encima de los mínimos que les exigen los supervisores), no dudan en comprar acciones para amortizarlas y aumentar así el valor bursátil de las restantes.
De los bancos españoles, solo Bankinter no ha realizado ningún programa de recompra ni ha aumentado la parte del beneficio que destina a dividendos, la mitad de los obtenidos. Y eso a pesar de que cuenta con uno de los mayores colchones de capital por encima de lo que le exigen los supervisores y de que su rentabilidad es de las más elevadas.
¿Por qué esta estrategia?
La razón que los responsables de los bancos han dado para justificar su estrategia ha sido que mantienen altos niveles de solvencia (mucho más allá de los requisitos regulatorios) y que no hay alternativas de inversión que ofrecen suficiente rentabilidad para justificarlas.
En lo que se refiere al mercado español, es cierto que solo recientemente la inversión crediticia ha vuelto a crecer positivamente. Hasta ahora, tanto empresas como particulares seguían reduciendo sus niveles de endeudamiento, que habían llegado a niveles récord en los años previos a la crisis financiera e inmobiliaria. Desde entonces, cada año el volumen de créditos disminuía considerablemente y los bancos, al recuperar rentabilidad, decidían aumentar la parte de los resultados destinados a dividendos y llevar a cabo programas de recompra de acciones.
En resumidas cuentas…
Aunque cada uno tiene sus razones, lo cierto es que Iberdrola y los bancos cotizados siguen estrategias muy diferentes. No seré yo quien decida cuál es la mejor, pero se trata de un debate interesante que, sin duda, seguirá dando mucho de qué hablar en los próximos años. En cualquier caso, es interesante ver cómo diferentes empresas optan por estrategias tan distintas en búsqueda de su propio crecimiento y rentabilidad. Por cierto, si te interesa este tema, te recomiendo que eches un vistazo a cómo Trump insta a la Reserva Federal a implementar una reducción en las tasas de interés, una estrategia que ha estado en el punto de mira últimamente.
El crédito está de vuelta
Vaya, parece que las cosas están cambiando en el mundo de las finanzas. Resulta que esa tendencia a la reducción del endeudamiento que llevábamos un tiempo viendo, ha decidido tomar otro camino. Lo cierto es que, a un ritmo tranquilo pero constante, las familias están volviendo a pedir hipotecas para comprar casas. Por otro lado, el crédito al consumo lleva ya un tiempo creciendo. Incluso, a pesar de partir de cifras bajas, hemos visto aumentos casi al nivel de dos dígitos. Y no solo eso. Las empresas también están cambiando. Están dejando a un lado el mercado de bonos y volviendo a la buena y vieja financiación bancaria. Según fuentes cercanas a la industria, la evolución de los tipos de interés ha jugado un papel importante en este cambio.
¿Es suficiente el crecimiento crediticio?
Pero, aquí surge una duda. ¿Es suficiente el mero crecimiento de la inversión crediticia para absorber el capital que los bancos están generando últimamente? Algunos expertos sostienen que no, aunque una parte importante de este capital provenga precisamente de la reducción del stock de créditos. Lo que está claro es que, en los últimos años, los responsables de los bancos han preferido reducir capital en lugar de buscar nuevas oportunidades de negocio que les permitan hacer un uso más eficiente de sus recursos.
Consolidación en el sector del seguro
Mientras eso sucede, en el sector de seguros también hay movimiento. Varias compañías están poniendo en marcha estrategias de crecimiento en el sector de la gestión de activos, lo que está provocando una consolidación del sector a través de compras.
En resumen…
Está claro que los tiempos están cambiando en el mundo de las finanzas. Y, aunque es complicado predecir los próximos movimientos, lo cierto es que parece que estamos volviendo a algunos viejos hábitos. En cualquier caso, será interesante ver cómo se desarrollan estas tendencias en el futuro y qué impacto tendrán en el sector financiero.
Para más información sobre la situación financiera en Estados Unidos, podéis leer sobre cómo Trump insta a la Reserva Federal a implementar una reducción en las tasas de interés y cómo Trump desestima al Secretario del Tesoro como candidato para liderar la Reserva Federal.