Chinches en el alquiler: más caro, menos oferta
Empecemos con una realidad nada halagüeña: la situación del mercado de alquiler de viviendas en España está en el ajo. Y no en el ajo de una buena paella, sino en un verdadero brete. Según los datos que manejamos en InversorHoy, de las 185.000 viviendas prometidas por Sánchez, sólo una mínima parte ha llegado al mercado. Y eso, amigos, no es plato de buen gusto para nadie.
El mercado inmobiliario: regulado pero complicado
Lo cierto es que el Gobierno no ha parado de regular el mercado inmobiliario, pero los resultados, en mi opinión, dejan bastante que desear. Acceder a un piso es hoy mucho más complicado que cuando Pedro Sánchez llegó al poder, sobre todo para los colectivos que se pretendía proteger: familias, personas de renta baja y jóvenes.
Los precios de la vivienda: por las nubes
No me ando con chiquitas: el precio de la vivienda ha registrado el nivel máximo en 9 provincias, haciendo que el coste medio de un piso a nivel nacional haya superado su récord: 2.391 euros por metro cuadrado. La situación es aún más crítica en el segmento del alquiler, ya que la oferta de pisos se ha reducido un 17% en los dos años transcurridos de vigencia de la Ley de Vivienda. Una ley que, según se presentó, iba a ser la solución definitiva para frenar la espiral alcista de los arrendamientos. Pero, ¿qué ha pasado en realidad? Pues que alquilar un piso cuesta en promedio un 24% más que en 2023. Vaya panorama.
Las medidas: ¿pan para hoy y hambre para mañana?
Esta Ley de Vivienda, en la que Podemos impuso su criterio en aspectos cruciales, habilitó el establecimiento de las zonas tensionadas (sólo se aplica en Cataluña), limitó la subida de los alquileres y definió a los grandes tenedores de vivienda a partir de diez pisos. También impuso que los gastos de gestión inmobiliaria y formalización del contrato debían costearlos el propietario, y estableció un recargo en el IBI para pisos que lleven dos años vacíos. Pero, ¿se ha logrado realmente alguna mejora? Según algunas fuentes, no parece que sea el caso.
La moratoria de los desahucios: un efecto doble filo
Según mi punto de vista, la medida que ha tenido mayor impacto en el mercado del alquiler ha sido la moratoria de los desahucios, prorrogada hasta 2028. Esta medida, bienintencionada en principio, ha tenido consecuencias inesperadas. Al impedir desalojar a inquilinos morosos en situación de vulnerabilidad, se ha agudizado la ocupación ilegal de pisos. Esto ha llevado a un desplome de la oferta de alquiler en un 58% desde 2020. Y ahí no acaban los problemas: cada vez más propietarios retiran sus pisos del mercado, ya sea para destinarlos al alquiler turístico, venderlos o mantenerlos desocupados a pesar de la pérdida de ingresos.
Como colofón, las comunidades gobernadas por el PP han forzado un debate sobre el fenómeno de la «inquiocupación» en la próxima Conferencia de Presidentes. Un debate necesario, pero a buenas horas mangas verdes. Y es que, a estas alturas, resolver la situación parece un desafío propio de Hércules.
Para acabar, me gustaría remarcar que, aunque aquí hemos hablado de la situación en España, es importante tener en cuenta que la problemática del alquiler no es exclusiva de nuestro país. Otros países también están experimentando tensiones similares. En cualquier caso, es necesario que haya un cambio en las políticas de vivienda para que el acceso a un hogar no se convierta en una misión imposible. Y eso es algo que, en mi opinión, no debería estar en debate.
Ese Sánchez está de nuevo bajo presión política y, ¿qué hace? Pues habla de vivienda. A cada uno de sus altibajos políticos, el tema de la vivienda siempre parece ser su comodín. En las elecciones municipales y autonómicas de 2023, se dedicó a aumentar la promesa de viviendas para alquiler social, llegando hasta la cifra estratosférica de 185.000 unidades. Sin embargo, de estas, apenas un puñado ha llegado al mercado.
Anuncios y más anuncios
También recuerdo cuando, en medio del revuelo por los negocios de su mujer, anunció a bombo y platillo una gran empresa pública de la vivienda en el último Congreso del PSOE. Y ahora, mientras afloran las revelaciones sobre la campaña de desprestigio de jueces y policías llevada a cabo por sus propios colaboradores, se saca de la manga la promesa de triplicar el gasto público en políticas de vivienda.
Lo cierto es que este uso político de la vivienda es precisamente lo que aterra a muchos propietarios a la hora de alquilar sus pisos. Y es que, mientras no se solucione esta inseguridad jurídica, todas las medidas que se tomen para intentar frenar el colapso del mercado inmobiliario serán en balde.
Más allá de la vivienda
Por otro lado, no todo es vivienda en la vida de Sánchez. El Tesoro viene de celebrar una subasta de letras a 3 y 9 meses tras un nuevo recorte de los tipos del BCE. Y mientras tanto, Madrid se convierte en toda una fiesta con ‘La Noche del Deporte’.
No podemos olvidarnos tampoco de la situación de Josep Oliu que, según fuentes, espera que el Gobierno tenga en cuenta los «perjuicios» de la opa de BBVA.
Las sombras de Sánchez
Y mientras todo esto ocurre, el PP vuelve a la calle para pedir elecciones anticipadas a Sánchez. En cualquier caso, fuera de nuestras fronteras también hay movimiento. El senador colombiano Miguel Uribe se encuentra en estado crítico tras recibir un disparo durante un mitin.
La relación entre la política y la vivienda es un tema recurrente en nuestra sección de negocios familiares madrileños. Y si quieres un análisis más profundo sobre la situación política actual, te recomiendo leer nuestra columna generada por Auto Columnista.
Para finalizar, me pregunto si ante las tensiones con China, ¿veremos un progreso en las conversaciones EEUU-UE mientras las tensiones con China aumentan? El tiempo lo dirá. En fin, la política y sus idas y venidas.