El cambio climático y su impacto en los precios de los alimentos
Estamos ya acostumbrados a la subida de precios, pero cuando el precio del aceite de oliva se dispara un 50% en un solo año, como pasó en Europa en 2024, uno no puede evitar preguntarse qué está pasando. Y lo cierto es que, aunque pueda sonar raro, la falta de agua en España tuvo mucho que ver.
Fenómenos meteorológicos extremos: los auténticos «culpables»
No sólo en España, sino en todo el mundo. Desde las patatas en Reino Unido hasta las cebollas en India, los fenómenos meteorológicos extremos, impulsados por el cambio climático, están sacudiendo los precios de los alimentos a corto plazo a nivel global. Al menos eso es lo que se desprende de una investigación llevada a cabo por el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona.
Este estudio, que me ha dejado bastante impresionado, vincula directamente estos fenómenos con fuertes incrementos de los precios de los alimentos. Esta situación pone de manifiesto la creciente vulnerabilidad de nuestros sistemas alimentarios a los shocks medioambientales. Y ojo, que no hablamos sólo de largos periodos de tiempo: ciertos alimentos han experimentado incrementos de precios a corto plazo mucho más pronunciados, impulsando al alza la inflación.
Un vistazo a los números: de Europa a Asia y América
En India, el calor extremo de mayo del año pasado llegó a aumentar los precios de la cebolla en un 89%. En Corea, los precios de la col se dispararon un 70% tras un verano de récord. En Japón, los precios del arroz subieron un 48% en septiembre después de una ola de calor en agosto, y en China, las verduras subieron un 30%. Y si nos vamos al otro lado del charco, en EEUU, los precios de las verduras aumentaron un 80% en noviembre de 2022 debido a las sequías en California y Arizona.
Y si nos preguntamos qué tienen en común todas estas subidas de precios, hay una respuesta clara: todos estos fenómenos meteorológicos que desencadenaron las subidas de precios «no tenían precedentes históricos», según nos cuenta Maximilian Kotz, el autor principal del estudio.
¿Hacia dónde nos dirigimos?
Según fuentes del estudio, las subidas repentinas de los precios de los alimentos a menudo siguieron a fenómenos meteorológicos extremos con sólo unos meses de diferencia. Un patrón que, según los investigadores, probablemente se volverá más común a medida que se intensifica el cambio climático.
«Sabemos que [los fenómenos meteorológicos extremos] ya se están volviendo más intensos y frecuentes que hace 30 o 40 años, y prevemos que esto continúe mientras las emisiones de gases de efecto invernadero sigan aumentando», afirma Kotz. Y, sinceramente, si el sistema alimentario «sigue respondiendo de la misma manera que hemos visto recientemente, entonces cabe esperar que suceda lo mismo [en términos de precios de los alimentos], y probablemente de formas aún más extremas e impredecibles».
Sólo nos queda esperar y ver cómo evoluciona la situación. Pero, en cualquier caso, no se puede negar que el cambio climático está afectando ya a nuestro día a día, y de formas que quizás nunca habíamos imaginado. Como en el desplome en la Bolsa de Berkshire que anticipa la partida de Warren Buffett, el cambio climático está dejando su huella y, al igual que en la propuesta de extensión de los mandatos en el Banco de España, es algo a lo que debemos prestar atención.
Los precios de los alimentos y el cambio climático, una relación complicada
Lo cierto es que nos encontramos ante un panorama bastante preocupante. Según un reciente estudio, el cambio climático está subiendo los precios de los alimentos a nivel mundial. Y no sólo hablamos de subidas pequeñas. Por ejemplo, en el Reino Unido, el precio del chocolate se disparó después de que los precios del cacao se triplicaran a causa de una sequía y calor extremo en Ghana y Costa de Marfil.
El papel de la política y la especulación
Está claro que el cambio climático no es el único culpable. Raj Patel, de la Universidad de Texas, señala que la especulación y las «malas políticas» suelen agravar el impacto de estas subidas de precios. Un claro ejemplo de esto fue cuando el calor en Rusia avivó los incendios forestales que dispararon los precios del trigo en 2010. Moscú reaccionó imponiendo un embargo a las exportaciones que acabó catapultando el precio mundial del trigo. Patel cree que esto desencadenó disturbios por el pan en lugares tan lejanos como Mozambique.
Un problema global
Pero claro, no todos los países se ven afectados de la misma manera. Los países que dependen en gran medida de productos importados, como el Reino Unido, son especialmente vulnerables a estos episodios climáticos en el extranjero. Es lo que nos cuenta Anna Taylor, coautora del informe y directora ejecutiva de la Food Foundation británica.
El informe también pone en jaque a los bancos centrales. La subida de los precios de los alimentos amenaza los esfuerzos por controlar la inflación general, especialmente en las economías emergentes donde los alimentos representan una mayor proporción de los precios al consumo. Lo cierto es que estos fenómenos climáticos están afectando directamente las tasas generales de inflación, y el principal factor son los alimentos.
El impacto en los hogares más pobres
Hace unas semanas, Reino Unido informó de un aumento inesperado de la tasa de inflación en junio hasta el 3,6%, un máximo de 18 meses, atribuido en parte al alza de los precios de los alimentos. Cuando los costes suben, los hogares más pobres tienden a consumir menos alimentos, a menudo los más nutritivos. El consumo de frutas y verduras en particular es «muy vulnerable a la subida de los precios de los alimentos», explica Taylor.
Como ven, estamos ante un escenario que no es nada fácil de manejar. Y no sólo es un problema de precios, sino también de acceso a alimentos nutritivos para todos. En cualquier caso, seguiré de cerca este tema para manteneros informados. Para terminar, me gustaría hacer una reflexión. ¿No sería adecuado revisar las políticas actuales y buscar soluciones que mitiguen los efectos del cambio climático en los precios de los alimentos? Al fin y al cabo, ya vimos en otro artículo cómo la anticipación puede ser clave en el mundo de las inversiones.