El duro regreso de Pedro Sánchez a la política
Acaba de terminar un descanso de verano que comenzó el 2 de agosto, y la vuelta a la rutina de Pedro Sánchez, sin duda, será algo más que complicada. Y es que el presidente del Gobierno no ha podido disfrutar de sus vacaciones como hubiera querido. Quizás, mientras hacía las maletas, se le habrá pasado por la cabeza que pudiera ser su última estancia en la idílica Real Residencia de La Mareta, en Teguise, Lanzarote. Un lugar con historia, construido por el rey Husein de Jordania y cedido al Patrimonio Nacional para fomentar el turismo en España que, lo cierto es que, la familia Sánchez parece haber aprovechado bastante bien.
Un clima político irrespirable
El presidente del Gobierno se enfrenta ahora a un escenario muy complejo. Los escándalos judiciales y la negociación con Cataluña y otras regiones se perfilan como desafíos complicados en su horizonte. Para colmo, sus desplazamientos durante la crisis de los incendios masivos en nuestro país no se han recibido con buenos ojos por los ciudadanos, que le han recibido con abucheos.
Dentro de diez días, la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, está citada a declarar en relación con un supuesto uso indebido de recursos públicos. Además, la rumorología apunta a que vendrán nuevas imputaciones y filtraciones, elementos que podrían tensar aún más el ya enrarecido ambiente político.
Choque de trenes en la financiación autonómica
Además, lo que se avecina no es nada fácil para Sánchez. La financiación autonómica y la singular a Cataluña, acordada con los independentistas catalanes antes del verano, amenazan con un choque de trenes. Los independentistas, que quieren que se implemente ya lo acordado, no parecen estar dispuestos a dar tregua.
En cualquier caso, Sánchez parece preparado para resistir, como ya demostró en el pasado. Pero, ¿logrará sortear todos estos obstáculos? El tiempo dirá.
A modo de cierre, el escenario que se dibuja ante Sánchez recuerda a esos días post-vacaciones en los que uno se encuentra con una montaña de trabajo acumulado. La diferencia es que, en este caso, los desafíos que se le presentan no son precisamente un montón de emails sin leer. Con la crisis de los incendios agrícolas y la presión de los independentistas catalanes, Sánchez tiene por delante una cuesta de septiembre que más bien parece una montaña rusa.
El compromiso de Sánchez con Cataluña, ¿un acierto o un error?
El mundo de la política es un hervidero, siempre cambia y rara vez es predecible. Y, lo cierto es que, nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tiene precisamente un camino de rosas por delante. Se encuentra en una encrucijada, ya sea si decide evitar el choque con los demás gobiernos regionales y aparcar la cuestión del cupo catalán, o si, a contracorriente, decide enfrentarse a todos ellos, al acordar la singularidad catalana. Sea como sea, la decisión no va a ser fácil.
Si opta por lo primero, es decir, si decide dejar de lado el cupo catalán, se encontrará con que Cataluña no es el País Vasco. Las deudas son deudas y la solidaridad interterritorial es innegociable. En ese caso, sin el apoyo de los separatistas en el Congreso de los Diputados, le será imposible sacar adelante el Presupuesto 2026, que sería el primero tras tres años de cuentas públicas prorrogadas. Como resultado, Sánchez podría verse obligado a convocar elecciones anticipadas.
El riesgo de apaciguar a los nacionalistas
Por otro lado, si en medio de la legislatura opta por la vía del apaciguamiento con aquellos que rechazan tener un Rey y no desean ser españoles, Sánchez estaría allanando el camino para una mayoría de derechas en las próximas elecciones. Aquellas que, en cualquier caso, se celebrarán en dos años. No hay que subestimar el apego del español medio a la unidad de la nación. En ese caso, Sánchez podría ser duramente criticado por arriesgar la unidad del país y llevar al Partido Socialista a una situación difícil.
El cupo catalán es una cuestión que indigna a muchos votantes en el resto de España. En política, pocas cosas generan más malestar y conflicto que el agravio comparativo, especialmente si viene alentado desde el gobierno. En su afán por calmar a los nacionalistas, Sánchez no fracturará España – el rechazo del cupo catalán la unirá – pero sí podría fragmentar Cataluña, la única región donde tiene una ventaja electoral.
¿Volverá Sánchez a La Mareta?
Lo que está claro es que a Sánchez le van a acosar por todos lados. ¿Acabará volviendo a La Mareta? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, otros titulares destacados de la semana incluyen la caída de la confianza en el gobierno de Javier Milei en Argentina y la despido de una gobernadora de la Reserva Federal acusada de fraude hipotecario en EEUU. Por otro lado, el Ibex 35 se aleja a los 15.300 puntos y Zegona supera los 10.000 millones de valor, suponiendo ya el 38% de la capitalización de Telefónica.
En resumen, con la política en plena ebullición y el escenario económico en constante cambio, los inversores y ciudadanos de a pie deben mantenerse atentos a los movimientos que se produzcan. Después de todo, como dirían en mi pueblo, «no hay nada más cambiante que el tiempo y la política».