La presidenta de Cepyme alerta sobre los riesgos de introducir rigideces en un clima empresarial incierto
Hace un par de meses, tras una polémica elección que generó tensiones inéditas en el tejido empresarial español, Ángela de Miguel asumió la presidencia de Cepyme, la patronal mayoritaria de las pymes en España. Ahora, con esa tormenta apaciguada, la presidenta tiene un desafío de gran envergadura en sus manos. En una coyuntura tan complicada como la actual, no se deben introducir rigideces que puedan provocar la ruptura de empresas, advierte. Y es que, según ha dejado caer, cuando las cosas van mal, las empresas pueden sentir el golpe aún más si se endurece el registro horario.
El panorama incierto que envuelve a las pymes
A sus puertas, De Miguel tiene un año político decisivo, nada fácil. Lo cierto es que las pymes están rodeadas de incertidumbres que se manifiestan en forma de amenazas económicas. Entre los desafíos más críticos, se encuentran el incierto impacto de los aranceles y una inestabilidad institucional que se ha enraizado en la actualidad doméstica, alimentada por escándalos de corrupción. Además, se teme que pueda haber un giro legislativo que añada más presión a los negocios con costes laborales adicionales.
Reflexiones sobre la situación económica actual en España
Aunque no se puede obviar la intensificación de las medidas fiscales en Madrid, o la negociación de financiación excepcional para Cataluña, algo que sin duda tiene un gran impacto en las pymes. En cualquier caso, también hay noticias positivas, como el notable impulso del 5% en la producción industrial de junio, impulsado por la energía y los bienes de equipo, que no deberían pasar desapercibidas.
Con todo, hace falta tener en cuenta que, si bien las amenazas son reales, también lo son las oportunidades. Y, aunque no soy un experto, me pregunto si la disminución del 7% que incrementa el encanto inversor de Naturgy podría ser una señal de que los inversores ven el vaso medio lleno en vez de medio vacío. A fin de cuentas, la economía es como un vaso de agua – todo depende de cómo lo mires.
En resumen, a pesar de las adversidades, las pymes españolas tienen la capacidad de adaptarse y superar cualquier obstáculo que se les presente. Y es que, si algo hemos aprendido de la historia, es que la resistencia y la adaptación son las claves para sobrevivir y prosperar en el incierto e impredecible mundo de los negocios.