El inversor valiente que transforma gigantes del consumo
Nelson Peltz no es un tipo común. Este inversor activista, que tuvo que dejar de lado sus estudios para ayudar en el negocio familiar, se ha embolsado millones de dólares influyendo en la estrategia de empresas gigantes del consumo. Según palabras del propio Peltz, «Prefiero ser rico que tener razón». Pero vamos, lo cierto es que sin tener opiniones acertadas, este tipo no habría amasado un patrimonio de 1.600 millones de dólares. Desde que fundó el fondo Trian en 2005, su principal tarea ha sido comprar participaciones en empresas que no estaban bien gestionadas, meterse en su consejo y cambiar su estrategia. Un tío valiente, sin duda.
Un ritual que se repite
Peltz tiene un modus operandi bastante característico. Siempre que se convierte en accionista de referencia, presenta en privado a la dirección de la empresa un documento con los cambios que cree necesarios. Y este documento solo se hace público si la empresa se niega a aplicarlos. Vamos, que no tiene pelos en la lengua.
Este inversor activista ha prestado especial atención durante su carrera a las empresas de distribución y consumo, donde ha firmado sus operaciones más destacadas. No es casualidad que su familia tenía un negocio de alimentación; se ve que el chaval ha estado siempre en la onda de estos temas.
Victorias y grandes logros
Peltz se anotó su primera gran victoria mediática en el fabricante de kétchup Heinz. Aquí logró dos asientos en el consejo de administración para impulsar un recorte de costes y una mejora en la remuneración del accionista.
Pero en términos de rentabilidad, su mejor operación fue en Procter & Gamble. Peltz entró en el consejo del grupo en 2017 pese a enfrentarse a una férrea oposición de parte del accionariado. Allí impulsó una gran simplificación de su organigrama para reducir la burocracia y hacer la empresa más ágil y eficiente. Y oye, el tiempo le dio la razón, pues el dueño de Fairy y Gillette subió un 58% en bolsa en cuatro años.
Desde Brooklyn a Wall Street
Peltz nació en Brooklyn, en el seno de una familia judía acomodada. Empezó a estudiar en Wharton, la escuela de negocios más antigua del país, pero a los tres años abandonó. ¿La razón? Según él, se aburría en las clases.
Su plan inicial era ser profesor de esquí, pero nunca se convirtió en realidad. Empezó a conducir el camión de reparto del negocio familiar para reunir unos ahorros y de un día para otro, se encontró al mando de la empresa.
El tipo apostó por hacer crecer el grupo mediante adquisiciones y sacándolo a bolsa en 1972, cuando ya facturaba 150 millones de dólares. Y ahí empezó su carrera como inversor.
Un ojo para los negocios
En 1983, compró junto a otro socio Triangle Industries. Cinco años más tarde, tras convertirla en la mayor empresa de embalajes del mundo, la vendieron.
Y si hablamos de sus operaciones más recientes, destaca la de la marca de refrescos Snapple. La compró por 300 millones de dólares en 1997 y la vendió en 2000 por 1.450 millones. Un auténtico pelotazo, vamos.
Un inversor con garra
En cualquier caso, lo que se puede decir de Peltz es que es un hombre de negocios con agallas. Ha sabido encontrar oportunidades incluso en empresas que otros consideraban perdidas. Su historial demuestra que con valentía y una buena estrategia se pueden lograr grandes cosas. Y aunque el camino no siempre ha sido fácil, Peltz parece haber encontrado la fórmula para triunfar en el mundo de las inversiones.
Vamos a analizarlo, si echamos un vistazo a los últimos años, la cosa no ha ido como la seda para el hedge fund de Nelson Peltz. Sus activos han perdido valor, y entre 2019 y 2023, su rentabilidad fue del 9,7% anual. ¿Suena bien, no? Pues en realidad, si lo comparamos con el 14% que se anotó el S&P 500, la cosa cambia. Y lo cierto es que, algunos clientes se han ido en busca de vehículos de inversión más rentables que baten al mercado.
El Golpe de Disney y la Conexión con Elon
También tuvo su tropezón con Disney el año pasado. Intentó sin éxito cambiar la estrategia de Bob Iger. Eso sí, salió de la jugada con unas plusvalías estimadas en 300 millones de dólares. Los accionistas del gigante del entretenimiento no le dieron la razón, pero se fue con los bolsillos más llenos. Claro que sí, amigo.
Y es que Peltz es un hombre de relaciones. «Elon es amigo mío. Desayunamos en casa, invitamos a Donald y, como que se reencontraron… Yo fui su casamentero». Así relata Peltz cómo logró que el actual presidente de Estados Unidos y el hombre más rico del mundo se hicieran amigos. Aunque ahora están a la gresca.
Un Poco Sobre su Vida Personal
Si nos metemos en su vida personal, hay que decir que Peltz tiene una familia numerosa. Cuenta con diez hijos: dos con su primera mujer y ocho con la exmodelo Claudia Heffner. Una de sus hijas, Nicola Peltz, es actriz y tiene más de 3 millones de seguidores en Instagram. Su papel más relevante fue en ‘Transformers: La era de la extinción’ (2014). Desde abril de 2022, está casada con Brooklyn Beckham, hijo del icónico exfutbolista del Real Madrid y de la selección inglesa David Beckham y de Victoria Beckham.
El Comienzo de su Trayectoria
Nacido en Nueva York en 1942, Peltz abandonó la escuela de negocios de Wharton para ser profesor de esquí, pero acabó trabajando en el negocio de alimentación familiar. Con el tiempo, hizo crecer su compañía y realizó operaciones exitosas en el sector de la distribución y el consumo. Fue así como en 2005 fundó Trian junto a otros dos socios.
Una Huella Imborrable
Ha dejado huella como inversor activista al detectar ineficiencias en gigantes del consumo como Heinz y Procter & Gamble (P&G). Ha impulsado cambios que han creado valor para los accionistas, siempre con una visión aguda del mercado. Según fuentes cercanas, su actual patrimonio es de 1.600 millones de dólares, un poco por debajo de los 1.700 millones que atesoraba en 2024.
En términos de activos, Trian Partners cuenta con 8.500 millones de dólares, una cifra inferior a los 12.500 millones que llegó a gestionar en 2015. Recuerdo que la campaña para que Peltz consiguiera un asiento en el consejo de P&G costó 25 millones de dólares. Eso sí, lo cierto es que no hay quien pueda negar que Peltz ha sabido hacerse un hueco en el mundo de las inversiones.
La Influencia de Peltz en el Mundo Financiero
A pesar de algunos contratiempos, Peltz ha demostrado su habilidad para navegar en el mundo financiero y hacer crecer su patrimonio. Aunque los últimos años no han sido los mejores para su fondo, sigue estando en una posición envidiable. Quién sabe, quizás deberíamos echar un vistazo a las estrategias de inversión que nos recomienda InversorHoy. En cualquier caso, seguro que no será el último que escuchemos de Nelson Peltz.