“Contra los socialistas de mierda, yo siempre voy a estar de su lado”.
El presidente argentino, Javier Milei, fue el encargado de clausurar este domingo el Madrid Economic Forum en el Palacio Vistalegre, y lo hizo con su estilo habitual: contundente, provocador y sin rodeos. Ante un auditorio repleto, aseguró que su gobierno ya cumplió “todas las metas de campaña”, pese a las críticas iniciales y a lo que él mismo calificó como “una resistencia cultural salvaje”.
Acompañado por figuras del arco liberal europeo, Milei defendió los resultados económicos de su gestión y explicó que, contra todo pronóstico, logró recortar cinco puntos del déficit en tiempo récord, sin que eso impactara negativamente en el crecimiento. De hecho, según afirmó, la economía argentina creció un 6% en el último trimestre, mientras su gobierno mantiene el superávit fiscal y pisa fuerte con una política monetaria contractiva.
“El ajuste lo pagó la política, no la gente”, repitió varias veces. Y si bien su frase puede sonar simplista, se enmarca en un discurso que apunta a instalar un nuevo paradigma: un Estado mínimo, un mercado libre y una administración sin privilegios. Lo que en campaña se presentaba como una promesa rupturista, hoy Milei lo exhibe como una realidad en marcha.
Más allá de las cifras, su presencia en el evento también sirvió para reforzar lazos internacionales con sectores afines. Estuvieron presentes, entre otros, Esperanza Aguirre, Iván Espinosa de los Monteros y Santiago Abascal, líder de Vox, con quien Milei ya había compartido escenario en ediciones anteriores. El foro fue también una antesala de su gira por Europa, que continuará en Francia e Israel.
En su intervención, el presidente argentino se mostró especialmente crítico con el socialismo, al que responsabilizó de décadas de decadencia en su país. “No somos una moda. Somos una revolución liberal”, declaró. Y aunque el tono fue encendido, el trasfondo fue económico: insistió en que el tipo de cambio tocó su piso, que la inflación está en descenso, y que su administración se prepara para una nueva etapa de reformas estructurales.
La audiencia, mayoritariamente compuesta por empresarios, inversores y economistas europeos, escuchó con atención. La lectura de los mercados internacionales aún es cauta, pero Milei logró un primer paso importante: mostrar consistencia, resultados concretos y una narrativa coherente con sus propuestas de campaña. Si logra sostener esa hoja de ruta en el tiempo, Argentina podría encaminarse hacia una recuperación sólida. Si no, el riesgo de inestabilidad sigue latente.
Por ahora, los números le dan aire. Y Milei lo sabe. No vino a Europa a pedir aplausos: vino a dejar claro que, esta vez, el ajuste no se quedó solo en los discursos.
