Buenos días a todos, hoy me voy a centrar en un tema que parece pasar desapercibido, aún siendo de gran importancia: cómo está afectando a la eurozona la debilidad del sector servicios. Al parecer, nos encontramos en un momento en el que la actividad del sector privado está en una especie de limbo, sin ir a más ni a menos. De hecho, en mayo, hemos estado prácticamente rozando el estancamiento.
El PMI comienza a arrojar dudas
Lo cierto es que los datos no engañan. El índice compuesto PMI ha retrocedido hasta los 50,2 puntos desde los 50,4 del mes anterior, lo que supone su peor lectura en tres meses. Principalmente, esto se debe a que el PMI del sector servicios ha caído a 49,7 puntos frente a los 50,1 que tenía en abril, su peor registro en seis meses. Aunque no es alarmante, está por debajo de los 50 puntos que separan la contracción del crecimiento, lo que puede ser un indicativo de que algo no va del todo bien.
Sectores a contrarreloj
La actividad empresarial está en un momento de pausa, principalmente por la debilidad en la demanda de productos y servicios. Esta situación está limitando la creación de empleo y empujando a las empresas a seguir procesando pedidos pendientes. Aunque la confianza empresarial ha mejorado, se mantiene bastante moderada, lo que no ayuda precisamente a impulsar el crecimiento económico.
En este contexto, las empresas están buscando formas de compensar la reducción de los volúmenes de nuevos pedidos entrantes. Cómo, te preguntarás. Pues bien, trabajando en los pedidos atrasados, aumentando, aunque levemente, los niveles de empleo en el sector servicios y reduciendo el número de empleados en las fábricas.
Por si fuera poco, la inflación en la zona euro se ha reducido, en gran medida debido a la caída de los costes y los precios cobrados en el sector manufacturero. Según fuentes especializadas, dos tercios de los trabajadores españoles no superan los 30.000 euros anuales por la proliferación de contratos parciales, lo que pone de manifiesto las dificultades que atraviesa el sector laboral.
Las economías más grandes de la zona euro
Dentro de las economías más potentes de la eurozona, Italia y España registran crecimiento en la actividad privada, mientras que Francia se está acercando más a la estabilización y Alemania ha sufrido su primera caída en cinco meses.
Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, ha subrayado que «la economía de la zona euro ha crecido por quinto mes consecutivo, pero esta interpretación requiere cierto grado de buena voluntad». En cualquier caso, la desaceleración del crecimiento es una realidad y es palpable, aunque de momento es ligera.
A pesar de las cifras, el experto destaca que «si los países del sur de Europa pueden mantener su impulso hasta cierto punto, mientras las empresas de servicios alemanas comienzan a beneficiarse de una política fiscal expansiva, es muy posible que este año se observe una recuperación en este sector». Al fin y al cabo, eso es lo que todos deseamos, ¿no es así?
Conclusión
Lo que está claro es que los tiempos son inciertos. Pero, como decimos en España, no hay mal que cien años dure. Si bien la situación actual es poco prometedora, hay posibles vías de cambio. Por ejemplo, si Londres suaviza las barreras del Brexit para el sector alimentario, podríamos empezar a ver una recuperación en el horizonte. Al fin y al cabo, la economía es un juego de equilibrios y, tarde o temprano, las cosas deben volver a su cauce. Eso sí, siempre jugando con los datos y las expectativas, como en una partida de ajedrez. Porque, no nos engañemos, aquí nadie tiene una bola de cristal.